jueves, 17 de julio de 2014

Hoy es 17

La luvia nos asecha,
nos observa escondida tras algodones oscuros,
esperando el momento perfecto para acariciar nuestras siluetas.
Yo acá y tu quien sabe donde,
pero se que me recuerdas,
en esta tarde noche.

Hecho  mucho más de menos a tu recuerdo que tu misma presencia,
Tal vez sea porque ya no eres nada de lo que fuiste.

La señorita lluvia cae sobre mi rostro,
y me recuerda prehistóricos recuerdos,
aquellos que creamos de un día para otro.

Tu muerta de risa,
y yo sonriente bajo los lazos de esta fría brisa que no me deja de acariciar,
corriendo como dos infantes,
gritando trivialidades.

Hoy me consumió el recuerdo,
y los días de aventura,
algunos cuantos besos,
y discusiones con dosis de locura.

Cuento las horas para que termine este día,
para dejar libre el sentimiento,
que me abraza cada mes,
con los viejos tiempos.

Autor: Cristian Tenorio
Todos los derechos reservados.




domingo, 6 de julio de 2014

Verdades


Soñé que en mi sueño te miraba, 
soñé que ya no te importaba,
soñé que te alejabas.

Anoche mi inconsciente me dijo que ya te olvidaste de mí,
me dijo que eres feliz con otra persona,
me dolió saberlo,
pero se que fue muy sutil. 


Ni te pienso ni me piensas, 
ni te quiero ni me quieres,
ni me extrañas y yo te extraño.

Pero... tranquila, no es más que un vago sentimiento sin importancia.
No pienses que por extrañarte significa que muero por ti, o que no puedo vivir sin tu compañía. 
Simplemente te extraño.
¿Y qué es lo que extraño?
No lo sé, pero algo extraño.
Tal vez sea la rutina,
la cotidianidad,
o tal vez la monotonía.
¡Pero que bella manera de obsesionarse no lo crees!
Es cierto, no hay amor; solo existe el recuerdo,
abrazado deseo de revivirlo otra vez.

Lo único que no se extraña son  las caricias de tus besos,
la mirada de hielo de tus ojos,
tu aliento sabatino con aroma a flores,
tu piel de sensible escarcha.

Y no se diga tus caprichos,
tu carácter de niña irreverente, 
tu desconfianza al máximo punto.

Tu cara de infante con ojos llorosos por miedo a perderme,
¡si!, eso no se extraña, solo se recuerda.
Me disculpo si te he ofendido en esta postal, por como pienso yo.
Dicen que la verdad le duele a quien le pertenece, espero no lastimarte mucho. 

Autor: Cristian Tenorio
Todos los derechos reservados.

martes, 1 de julio de 2014

"Vagancia del recuerdo"


Como humo fino y delicado te filtras en mi mente,
es raro el recuerdo en cuestiones de olvido.
Es tan increíble como de un momento a otro aparece, trae consigo un poderoso concepto llamado sentimiento.
El sentimiento es una capacidad muy extraña del ser humano,
un arma de doble filo,
es atarse la soga al cuello,
es tener alas para después perderles.
Justifico lo siguiente con la experiencia,
no todos sufren con los sentimientos me podrán decir,
pero cuidado, pues nadie está a salvo de nada.
Tu recuerdo me hace suspirar profundo,
me lleva a otros tiempos, tiempos bellos, añejos, días de lo lindo.

Entre suspiro y suspiro cierro mis ojos, relajo mis ideas y mi mente, bloqueo cualquier tipo impulso.
Y de pronto en mi mente se dibujan miles de imágenes, llamadas recuerdos.
El tiempo se detiene, y mi respiración se acelera,
que ironía, la noche me acompaña en mi soledad,
y a lo lejos resuena una trompeta entonando un dulce jazz.
Mi piel se eriza, mi rostro se relaja, y sin darme cuenta una sonrisa se dibuja como el arcoíris en los cielos después de una tormenta.
A decir verdad es agradable el sentimiento,
me agradan las caricias del recuerdo,
conoce mis debilidades, sabe dónde tocar y por dónde empezar,
así como tu alguna vez supiste como llegar,
no sé si lo olvidaste o simplemente te cansaste de andar,
o sencillamente me dejaste de amar.

¡Qué importa! por hoy dejemos de lados los motivos y cuestiones, prefiero no pensar, y a tu recuerdo acariciar.
Es suave, tenue, claro y sencillo, casi como tu piel al despertar,
 sereno y tranquilo, casi como tu silueta al dormitar.

Creo que estoy en el punto cumbre del recuerdo,
los viejos tiempos poco a poco se olvidaran,
y los malos simplemente no se van,
entran sin avisar,
 me aplastan y me agreden sin piedad,
mejor aquí me detengo, porque detestaría tener que escribir lo que siento cuando me dejaste,
y una parte de mí no te deja de odiar.

Autor: Cristian Tenorio
Todos los derechos reservados.