Mi
mano sigue cansada, y mis ojos siguen perdidos en humo color rojo y matices de
colores, la mente confusa como siempre sigue entablando charlas con los
árboles, con las hojas, con los cielos y con
nubes color confusión, esto no es una historia, un cuento maravilloso,
un texto filosófico o científico, es sólo la recopilación de sentimientos y
emociones plasmados en el preciso
momento en que ellos quisieron nacer. Los días
no dejan de robarle vida al viento, aquel soplo de los que callaron antes de
partir a la otra vida, viajeros de luna infinita envueltos por los astros y
polvo de estrellas, ¡Disculpa¡ suelo desviarme de los temas cuando estoy
conectado al pensamiento cosechado por los sentimientos y emociones de otra
mente loca y desesperada por viajar juntos al infinito, para consumir juntos sus vidas en suspiros y
soplos de cariño.
¡Sí!
Así es como piensa a veces la mente de este loco que te escribe a través de
mares sentimientos y abismos emociones, este es el sentimiento del triste
narrador, la escritura pura en pasos de rencor, emociones mas frágiles que el
cristal, la suave escarcha que no se quiere marchar, dime por que nunca pudiste
variar en ningún escrito que no me pusiera a dudar, tan solo quería felicidad,
correr por los manjares abismos de la mente, perderme en tragos y éxtasis de
bien estar, solo quería unos de esos versos que te envuelven es un mágico mundo
donde los ojos pueden escuchar y los oídos pueden mirar, mundo y mundos
alejados de lo monótono y normal, solo quise caminar entre montañas y soles con
brillos de luna, con estrellas incrustadas en cada uno de sus filosos brazos
espaciales, entre incendios y
cristales de nieve, en bosques portales
de sabiduría, ya se que parezco un poco exigente, suelo ser un poco
confuso y elocuente con las palabras. Pero es lo menos que merezco después de
tantos escritos de tristeza, de nostalgia, de confusión y malos días, me canse
de esperar miles de utopías, me canse de esas palabras infinitas y confusas
dentro de mi ser.
Hoy
es un día como cualquier otro, ¿Una hora más o una hora menos?, ¡Qué mas da¡ yo
se que aun sigues aquí intimo
subordinado del trastorno mental, espectro del viaje
inconsciente, criatura oscura en los rincones de este simple mortal, sin pensar
me obligas a viajar, siempre eh querido
explorar los senderos y caminos
más profundos de mi ser y regresar sin ningún daño psicológico pero contigo es
todo lo contrario.
Sigo
siendo aquel que vaga como un zombie por las avenidas de la desesperación y por
los suburbios de un corazón perdido, vacío, roto y sin sentido, tratado de descifrar la ecuación de porque la vida es
así de simple y banal, tratando de entender por que todos se enfocan en odiar,
¿Por qué es un tema desconocido la felicidad?, ¿Por qué rayos algunas veces no
sirvo para pensar?, de nuevo compito contra mi mismo, de nuevo
me duele pensar e imaginar, sigo intentado cortar las alas a las malas
ideas, equilibrio es lo que busco en este momento, distracción de la
realidad ya que todo es temporal. Trato
de calmar los brotes del pensamiento mientras sigo consumiendo poco a poco la mente del escritor, de el loco
que narra lo que piensa y siente, pero raras veces describe lo que quiere, suele contradecirse mucho y negar o afirmar ideas,
peor que mas da, todos son críticos, nada le pasara si no deja que le afecta lo
que piensen y digan de él, lo único que le puede hacer daño es su mente. A
veces es tan profunda, como un baúl que guarda millones de secretos escondidos
que de vez en cuando salen a flote, aprendido a nadar, a pesar de que los quieras
ahogar, sé que no seré capaz de destruir la tristeza solo buscare pretextos
para olvidar.
Pero…
¿De qué sirve buscar si todo en la vida aparece sin avisar?
Es
claro que todo caminante deja de buscar para encontrar, pero no es suficiente y sin embargo…
Hoy
sigo siendo un alma sin rumbo, un fugitivo del amor, un viajero perdido en
manos del destino, viviendo prisionero en un mundo material.
Todo es confuso, ya no se quien soy ni a donde
voy, pues algunas veces me distrae la soledad y me tortura mi pensar, viviendo
entre las quejas tristeza, mal humor y soledad.
Si
crees que tu estas loco, que todo te sale mal, o que simplemente no existe
nadie peor a ti,
te
equivocas. No eres el único por lo menos en este aspecto, así que si en algún
determinado momento crees que tu vida es un desastre, o estas loco solo por que
tú lo crees, observa estos pensamientos aquí plasmados, te parecerán
bellos, horribles, sin sentido, y sin coherencia, te pido una disculpa, no
sabía que carecía de ciertas facultades en mi cabeza, no sabía que todo se
arregla encerrando a la gente en cuartos blancos y solitarios, no sabía que ahí
se pasan años o tal vez toda tu vida,
sostenido y abrazado por una especie de camisa blanca que por alguna razón
anula tu fuerza, pensando en nada o tal vez en todo, la verdad no sé si eso
funciona, lo único que se es que no sé nada, eh tenido la suerte de no estar en
uno de esos lugares, aun que dicen que debería.
¿Quién?
A veces mi cabeza, a
veces mi corazón, a veces estas paredes que me rodean y no dejan de sonreír por
que me tienen aquí encerrado, a veces el suelo que le desagrada que lo pise con
mis sucios zapatos, no le gusta que manche su rostro desde la primera vez que
lo limpie, que la verdad fue hace algunos años, creo que no lo superó.
Es
decir mírame de nuevo estoy hablando solo de nuevo, encerrado en un cuarto
repleto de nada, nada más que mi sucia y desquiciada actitud, o tal vez no este
solo, ¡quien sabe!
como te dije no eres el único loco por aquí, o tal vez si.
_
¡Ya cállate! Deja de hablar, deja de invadir mi cabeza, entiende que tu no me
puedes controlar, tu no eres real, solo eres una concepto creado por mi cabeza.
¡No
existes!
¿Como
puedes hacerme tanto daño sin ni siquiera tocarme?
Lo
dije mientras me percataba de la verdadera realidad, esta siempre ah sido mi
historia, así es siempre, la realidad es que ya no regresare a la normalidad,
pues eh perdido lo que me mantenía cuerdo, mis neuronas han dejado de existir,
¿Qué como acabe con ellas?
La verdad no lo recuerdo, solo se que me duele, la cabeza, mi lengua esta seca,
y junto a mí hay un encendedor tirado, junto a un tipo de cilindro pequeño con un orifico grande en una punta y uno pequeño en el otra, que guarda fragmentos de una planta que jamás había visto, o tal vez si pero no lo recuerdo,
que más da, la probare y veré que pasa.
Autor: Cristian Tenorio
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